: Sedienta de pasión,
instintiva,
merodeaba la oscuridad
de la noche
buscando en ella
su propia esencia.
Encontrarse,
en la espesura del aire,
en la danza crepitante
que su vientre cimbrea
mientras,
late su propio ímpetu
ansiando apagar el delirio,
enardeciendo el deseo
que crece
bajo el rastro
de sus dedos,
que recorren su anatomía,
entregada a ese recuerdo
Ruge
el fuego en sus entrañas
busca
ser la hembra que encumbre la noche
siente
el rugir de la vida
en el caudal de sus venas,
la sangre empujando
sus manos que acarician la geografía
de su naturaleza,
que recorren bravías
su continente
indómito y dormido
buscando despertar latencias
domesticadas a golpes de conciencia.
Sedienta,
merodea hasta el alba
buscando cabalgar la noche
precipitándose en el vértigo
al que se eleva
cuando el placer del dolor
impone su dominio
bajo la firme mirada
del recuerdo en sus células...
Liliana Tavío Aguilar@Junio 2012
Publicado por:*: Liliana Tavío Aguilar
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